Clinica Del Bolsillo
Todo futuro buen financiero inicia con el ahorro…
Muchas personas buscan una mejoría en su calidad de vida a través de un aumento de ingresos. Subir de estatus es más que recibir dinero, conlleva una aceptación en otra clase social, adecuación de modales, aceptación de comportamientos, vivir mejor y mucho más.
La paciencia es la madre de las disciplinas para aumentar nuestro poder adquisitivo de manera sostenible. Subir rápido con un gran riesgo de bajar nos causa desasosiego, por ende, la mejora no se transforma en mejor calidad de vida.
A continuación le dejo algunas claves para conseguir una mejoría que no decline en tanto estrés y que se traduzca en lo que realmente quiere.
No crear deudas malas: En el corto plazo podemos creer que la adquisición de bienes y servicios, como vehículos y viajes, nos hacen subir de estatus rápidamente. Si calculamos lo que erogamos en intereses para saldar las deudas, nos damos cuenta que una gran parte de lo que ganamos trabajando arduamente no adquiere nada. La prisa de tener (o mostrar) sale cara. Prefiero que cada centavo que me gane termine convirtiéndose en algún bien o servicio. Si tomo dinero prestado para ponerlo a trabajar con un riesgo medido y posibilidades reales de hacerlo crecer más que la inflación, entonces no es una deuda mala, por el contrario, llega a ser recomendable.
Aumentar ingresos: Existen muchas formas, algunas que tienden a arruinar la calidad de vida (cuando le tiene que dedicar muchas horas de su descanso a trabajar, por ejemplo) y otras que requieren creatividad, ambas las explico por extenso en mi libro Arco Iris Financiero. Lo verdaderamente importante si quiere cambiar de estatus es que el ingreso generado aumente la calidad de vida, ya sea de inmediato o más tarde, al convertirlo en capital primero, el cual generará ingresos pasivos más tarde. Podemos hacer ventas por catálogo o trabajos diversos después de nuestra jornada de empleado. Utilizar los medios electrónicos para generar dinero es cada vez más frecuente y fácil, sin riesgos y con una inversión muy baja o nula.
Tener ahorros: Cuando gastamos cada centavo ingresado podemos aparentar un rápido ascenso en nuestro estatus. ¿Lo malo? Sin ahorros cualquier necesidad inmediata de dinero se convierte en deudas. Ya vimos que ellas disminuyen nuestro poder adquisitivo. Parecería que ahorrar nos frena la subida de estatus, pero rápidamente queda demostrado que la reserva que constituye el dinero no gastado nos evita gastos extras. Esperar para gastar es el mejor de los caminos. Le recuerdo que ahorrar no es tan difícil, la clave es guardar del dinero que entra, no pretender hacerlo del que sobra.
Convertir los ahorros en capital: Incrementar nuestros ingresos es esencial, la razón de ahorrar es lograr que el dinero no gastado trabaje para nosotros. Lo más importante es invertir lo ahorrado con un retorno mayor a la inflación o devaluación. Cuando nos hace falta dinero tenemos una fuente inagotable.
La gran diferencia entre tener paciencia e intentar subir rápidamente es que al final de cuentas podemos llegar más alto si decidimos tomar la vía menos rápida. Cuando hacemos todo sin apresurarnos la calidad de vida aumenta lentamente, pero aumenta todo el tiempo… y mejor, siempre quedará arriba. Si queremos tomar un camino veloz al poco tiempo el ascenso se convierte en estrés y el riesgo de reducción de ingresos amenaza constantemente la estabilidad en el estatus alcanzado.
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FRASE DE LA SEMANA
“Subir vertiginosamente no es tan importante como llegar más alto y mantenerse arriba”
Diego A. Sosa
Coach, Conferencista, Consultor y Escritor
